El despegue de las casas inteligentes se ha retrasado debido al ritmo acelerado y casi mecánico que ha caracterizado la construcción de vivienda en estos últimos años de altísima producción, abandonando por el camino esta tarea pendiente.
A. ARAGÓN - Cuando muchas empresas del sector inmobiliario están lanzando al mercado agresivas campañas para llamar la atención de la demanda, surgen las iniciativas que realmente dan un nuevo aire a la vivienda residencial. Más allá de los comunes descuentos y las financiaciones a medida, existe una estrategia basada en la diferenciación que, al amparo de la crisis, puede vivir una eclosión definitiva: la domótica.
“Esperamos una profesionalización del sector de la promoción, que se termine el ‘todo se vende’ para que empiece una época en la que se tenga que apostar por la calidad, la innovación, la eficiencia y las nuevas tecnologías como hecho diferenciador y como valor añadido”, indica José Mª Vázquez, presidente de la asociación KNX User Club de España y director de marketing de Indomo.
Equipamiento de serie
El despegue de las casas inteligentes se ha retrasado debido al ritmo acelerado y casi mecánico que ha caracterizado la construcción de vivienda en estos últimos años de altísima producción, abandonando por el camino esta tarea pendiente. Apostar por la implantación de la tecnología dentro de las promociones representa una oportunidad de persuadir al comprador, siempre y cuando se mire hacia aplicaciones útiles que aporten confort, seguridad y eficiencia.
“La domótica que es ofrecida, instalada y mantenida por un profesional es una herramienta de persuasión”, según apunta Vázquez, que también hace partícipe al usuario de los beneficios de este mercado a través del blog ‘Tecnologías del hábitat’. Una casa domótica es garantía de tranquilidad, puesto que “en los últimos años, la tecnología aplicada al hogar ha desarrollado aplicaciones dentro del ámbito de la seguridad que resultan realmente efectivas de cara a proteger nuestras más valiosas pertenencias”, revela Miguel Ángel Alemany, director general de pisos.com.
¿Merece la pena pagar más?
La subida de precio del inmueble que implican las instalaciones domóticas es una inversión a largo plazo, ya que el ahorro energético que procuran se acaba notando en las facturas. “El coste adicional del promotor podría estar entre los 3.600 y los 5.400 euros, que para una vivienda de 180.000 euros, supone un 2-3% del precio final”, comenta el experto de Indomo. Teniendo en cuenta los plazos de amortización de las hipotecas, se recuperará varias veces la inversión.
Una instalación básica en una vivienda de 2-3 habitaciones y 90 m² podría ser la regularización de las luces para crear ambientes, el control de las persianas, la climatización y ampliarlo hasta donde nos permita nuestro presupuesto. La colocación de pantallas táctiles con termostato que permitan programar todas las funcionalidades simplifica todos los procesos y proporciona una gran comodidad. Éste es un “valor intangible” segñun el experto, ya que desde el primer día que se entra en casa se percibe el confort. En un momento en el que la búsqueda de nuevos escenarios es vital para desligarse del modelo tradicional, la domótica puede ser la respuesta.
Yo creo que sí que vale la pena pagar más, no sólo por la comodidad y calidad de vida, sino porque también es una inversión de futuro: ahorras en las facturas, evitas las perdidas de robos, accidentes dométicos... incluso desde el punto de vista inmobiliario, tiene más salidas dentro del mercado. Además, un 2-3% tampoco me parece una diferencia excesiva.
ResponderEliminarClaro que hay que trabajar muy duro con las empresas encargadas de la construccion, debido que no han podido entender estos conceptos, ni todo lo que le aporta la domotica a sus proyectos
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