lunes, 29 de marzo de 2010

Del pseudo-boom domótico a la implantación bioclimática

Hace ya algunos años asistí­amos a un pseudo-boom en el mercado de la construcción, todos í­bamos a tener una casa inteligente, luego llegó la crisis y muchos proyectos cayeron en saco roto. Sin ir más lejos, ha sido mi caso ya que habí­a reservado una casa con instalación domótica a las afueras de Valencia, al lado de la Hí­pica de la urbanización Torre en Conill para ser exacto, pero el proyecto fue abortado. Explotó la burbuja inmobiliaria y tal como está el panorama, ya no hay perrillas para extras como los sistemas de automatización del hogar, ya no.

Aquí­ quiero hacer un inciso… ¿es realmente cara la domótica o se mistifica demasiado? Tal vez esto explique lo otro,… se están mezclando creencias populares e imágenes que intentan vendernos la moto: instalación de lujo entre 10 y 50 mil euros, instalación básica entre mil y 5mil euros. ¿Qué nos dicen los profesionales?

La mayorí­a no saben lo que es la domótica, otros la ven como una innovación o algún sueño futurista que se le está escapando de las manos en estos tiempos de crisis, pero unos pocos saben que los primeros protocolos, el X10 por ejemplo, remontan a los años 70. Para hacer el sí­mil con otro sector, el automovilí­stico por ejemplo, casi todos disfrutamos de serie del climatizador bizona o de los elevalunas eléctricos, sin olvidarse de los sensores de lluvia o de colisión. Pero en nuestras casas,… ¿qué está pasando?

Me he comprado un piso hace tan sólo cinco años y ni rastro de domótica,… construcciones baratas y precios de escándalo, a todos nos pilló la burbuja. Si no hubiese optado en aquel momento por adaptar mi casa, aquí­ estarí­a usando interruptores para encender las luces o manivelas para mi toldo y persianas. En Valencia hubo interesantes propuestas, como las de la empresa MiniaTEC, pero a pesar de que la feria Urbe Desarrollo fue un gran escaparate para la domótica, el común de los mortales sigue viviendo en un mundo ajeno a los sistemas automatismos.

La última moda en el mercado inmobiliario fue y sigue siendo el de las casas inteligentes, pero ya sabéis el dicho: mucho ruido y pocas nueces. Hoy por hoy es un mercado elitista, reservado a unos pocos que por dinero o conocimientos técnicos están actualmente disfrutando de mecanismos de automatismos en el hogar, desde el control de la iluminación o la calefacción pasando por pantallas táctiles inalámbricas y una integración audiovisual completa con control remoto a través de Internet y hasta a través del móvil, no hay lí­mites a la imaginación domótica. Ha quedado claro, hoy la domótica sigue en las cajas de cartones, no se ha popularizado tanto como nos lo pintaban las promotoras en su dí­a,… que triste.

La prometida implantación masiva nunca llegó, y menos en época de vacas flacas, así­ que las expectativas de mercado de muchos se quedaron insatisfechas. Ahora lo que venden a bombo y platillo son los sistemas bioclimáticos, principalmente porque está de actualidad y hay una creciente inquietud social al respecto, asistimos al despertar de las ecoconciencias en cada uno de nosotros, pero también porque son sistemas ecoeficientes que suponen un cuantioso ahorro energético a medio y largo plazo.

Pues bien, creo que la domótica está destinada a ir de la mano de la eficiencia bioclimática de ahora en adelante. De hecho, pienso que será la puerta de entrada de la domótica en la casa del ciudadano de a pie, no sólo el ricachon o inquieto frikidomótico. Primero están los controladores del consumo del hogar que nos permiten controlar el gasto energético, y esto nos llevará a los sistemas de automatización capaces de administrar y reducir el consumo energético del hogar, controlando la calefacción por medio de paneles táctiles o la intensidad de la iluminación de la casa en horas diurnas por ejemplo.

Y claro, una vez que existe este tipo de instalación dentro de casa, se puede ampliar a otros automatismos: alarmas, persianas, sistemas audiovisuales,… acabemos con el estado de espera eterno, el modo standby, de los dispositivos de electrónica de consumo (fuentes de toneladas de emisiones de Co2 en la atmosfera). No llegó el boom domótico tan esperado pero sí­ el boom de las energí­as renovables, de esa ecoconciencia que nos llevará a seguir el camino del ahorro energético en el hogar.

Y ésa será la discreta entrada de la domótica en el hogar. A partir de ahí­, a expandirse como un virus he dicho… La domótica es parte de la respuesta al problema energético, ayudará a millones de hogares a ahorrar energí­a y dinero en sus facturas. ¿No estás convencido? La CEDOM ha realizado en colaboración con la IDAE una guí­a cuya consulta te recomendamos encarecidamente: Cómo ahorrar energí­a instalando domótica en su vivienda. Gane en confort y seguridad.

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