Muchos de nosotros hemos oído que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) pueden ayudarnos a hacer más eficiente nuestro día a día. El primer paso para convencernos de ello pasa por medir su efecto. Por ejemplo, ¿alguien se ha parado a estimar el consumo de energía que supone el spam que llega a nuestros correos? Pues sí, McAfee estimó que la energía gastada anualmente en el mundo debido al spam era similar a la usada por 2,4 millones de hogares de EEUU.
Nosotros hemos querido poner nuestro granito de arena en esa tarea complicada de medir los efectos ambientales de las TIC. Comparto con vosotros algunas estimaciones que hemos ido haciendo, a lo largo de los años, para cuantificar el efecto ambiental de las actividades y proyectos de Telefónica I+D, fundamentalmente asociado a mejoras en la eficiencia energética. Estos ejemplos, aunque relacionados con infraestructuras y proyectos concretos, dan idea del potencial de las TIC para logar una economía energéticamente más eficiente.
¿Sabíais que…
… Un teletrabajador puede evitar la emisión de más de 500 kg de CO2 al año?
… Una videoconferencia puede suponer un 98% menos de emisiones que una reunión presencial?
… La virtualización y consolidación de servidores antiguos o infrautilizados puede ahorrar anualmente el consumo de 1000 kWh por equipo (la emisión de casi 400 kg de CO2 por máquina virtual)?
… Un sistema mixto de rehabilitación domiciliaria de rodilla podría ahorrar 24 kg de CO2 por paciente. Puede parecer poco, pero si en un hospital pueden operar a 200 pacientes al año de rodilla, ¿qué se podría ahorrar en el mundo? ¿Y si la tele rehabilitación abarca otro tipo de tratamientos?
Seguro que hay muchos más ejemplos interesantes. ¿Conoces tú alguno?
A veces basta un pequeño gesto. Si estás en Facebook, hay un modo muy sencillo de apoyar la causa y crear así un EFECTO ECO.
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