Encender cualquier luz de su casa; subir y bajar toldos y persianas, o poner en marcha y regular la calefacción y el aire acondicionado... y todo desde su propio teléfono móvil. También puede hablar a través del video portero de su edificio y ver qué pasa en cualquier estancia gracias a las cámaras instaladas tanto dentro como fuera de su casa. No es ciencia ficción ni un programa experimental de la Nasa. Es domótica, la casa del futuro en el presente, una realidad al alcance de todos, que hoy nos acerca Jaume Pàmies, responsable de comunicación de Domoticus, una empresa gerundense especializada en la materia.
¿Qué es la domótica?
Domótica es el conjunto de soluciones que, mediante el uso de las técnicas y tecnologías disponibles (electricidad, electrónica, informática, telecomunicaciones…), logra una mejor utilización, gestión y control de todos los aspectos relacionados con la vivienda. En otras palabras, la domótica permite el control de los múltiples automatismos, aparatos y electrodomésticos existentes hoy en día y, además, gracias a la combinación de sus variados elementos, alcanzar altos niveles de confort, calidad de vida, seguridad, ahorro energético, comunicaciones, ocio, etc.
¿Cuáles son sus aplicaciones? ¿A qué sectores puede dirigirse?
Vivimos en una sociedad ‘electrodependiente’, así que los sectores a los que nos dirigimos son potencialmente todos aquellos que utilizan energía eléctrica. Quizá los más susceptibles de necesitar la domótica o inmótica son aquellos que, además de herramientas de control, en su día a día necesitan, grandes dosis de confort, servicio, atención, seguridad y, por supuesto, control del gasto energético.
¿Por ejemplo?
Viviendas unifamiliares, pero también comunidades de vecinos, grandes almacenes, pequeños comercios, cadenas hoteleras y modestos hostales, fábricas, restaurantes, residencias de gente mayor, barcos y un largo etcétera.
¿De qué manera contribuye la domótica al ahorro energético y la conservación del medio ambiente?
El ahorro energético no se consigue con una sola acción. Se logra con la aplicación de una serie de condiciones allí donde se necesitan. Un buen aislamiento es imprescindible, pero también saber utilizar los materiales y complementos más adecuados para cada caso. La contribución de la domótica ha madurado porque el sector de la construcción también lo ha hecho.
¿Qué quiere decir?
De poco serviría un complejo sistema domótico para ayudar a racionalizar el gasto en calefacción de una vivienda si esta no se hubiera construido con unos buenos materiales de aislamiento. Por tanto, la domótica es casi imprescindible para conseguir el máximo ahorro energético. Esto no quiere decir que sin domótica no se puede ahorrar energía, lo que significa es que la domótica permite sacar el máximo rendimiento de las posibilidades de cada caso. Controlar el gasto energético es un paso que notamos en primer lugar en el bolsillo, pero para que esto tenga efectos en el medio tenemos que responsabilizarnos todos: el productor de energía, el gestor, el legislador, el usuario...
¿Qué puede hacer la domótica por la sociedad, por el día a día de los ciudadanos? ¿Y por las empresas?
Las ventajas de tener un sistema domótico son infinitas. Cada sector tiene sus necesidades y absolutamente todas tienen su respuesta domótica. En resumen, proporciona un mayor grado de confort y bienestar, aporta seguridad en todos sus aspectos (intrusión e incidencias técnicas), ayuda a mejorar el control de viviendas, industrias o negocios y, sobre todo, es imprescindible para alcanzar el máximo nivel de ahorro energético.
Háblenos del futuro del sector. ¿Viviremos todos un futuro ‘domotizado’, es decir, controlado por la domótica?
Como apuntaba antes, vivimos en una sociedad ‘electrodependiente’, con unas cotas de bienestar a las que no queremos renunciar y con una esperanza de vida cada vez más alta y con mayor poder adquisitivo. Esto se traduce en unas determinadas necesidades. Por otro lado, nos vemos en la obligación de reducir el gasto energético y la contaminación. Esas dos realidades marcarán el futuro. Para nosotros se trata de optimizar al máximo los recursos energéticos dando al mismo tiempo el máximo en confort, control, seguridad, ocio... Nuestro futuro como sociedad será más o menos domótico en la medida en que entendamos esto. Debemos olvidarnos de la domótica como casas futuristas, viviendas de alto standing, o 'edificios que andan solos'. Un edificio domótico es un edificio más seguro, más controlable, más económico de mantener y que hace la vida más fácil y cómoda a sus usuarios.
Lo que estamos detectando desde hace unos meses es que numerosas empresas que trabajan en el sector de las energías renovables se están poniendo en contacto con nosotros buscando sistemas de control para sus proyectos.
¿Qué le queda por colonizar a la domótica?
La domótica tiene un enorme recorrido en muchísimos sectores y ahora, en el contexto que vivimos, aún más. No creo que podamos decir dónde es más aplicable, pero lo que sí creo que podemos afirmar es que el nuevo escenario climático nos brinda una nueva necesidad que necesita ir de la mano de la domótica para alcanzar las máximas cotas de eficiencia. Entendemos que todo lo que tenga que ver con el ahorro energético es el futuro y por tanto al sector de la domótica se le abre una nueva puerta. Otro sector con mucho futuro puede ser el de la gente mayor, como le decía antes, cada vez son más las personas mayores y cada vez viven mejor y sus necesidades de asistencia, seguridad, confort, etc. crecen. En realidad todos los sectores tienen sus necesidades que se pueden resolver domóticamente y todos son potenciales sectores de futuro.
¿Qué puede hacer la domótica para ayudar al sector de la construcción a salir de la crisis?
Afortunadamente, mucho. En los edificios ya hechos, y que ahora mismo cuesta vender, se pueden instalar unos sencillos elementos domóticos que revaloricen esa construcción. Con una mínima inversión, ese edificio (vivienda, oficinas, industria…) adquiere un valor añadido que lo hace destacar de su competencia. Se calcula que para una vivienda una inversión de menos del 2% en domótica la revaloriza en un 10%. En estos momentos estamos trabajando en una promoción de viviendas para precisamente dar ese valor añadido a 10 pisos ya construidos.
Defina el perfil de los clientes de Domoticus. ¿A quién dirigen sus servicios? ¿Qué tipo de productos o servicios contratan para llevar a cabo estos servicios?
Hablamos con quien quiere escucharnos. La verdad, en el tiempo que llevamos en el mercado, hemos contactado con constructores, decoradores, ingenieros, arquitectos, agricultores, particulares, hoteleros, comercios, marineros, electricistas, profesores, discapacitados, etc. Intentamos dirigir nuestros servicios hacia los sectores que creemos que pueden tener una mayor demanda de domótica, pero afortunadamente vemos que las ofertas nos llegan desde sectores que nunca hubiéramos imaginado. Lo que, por otro lado, confirma lo que le decía antes que todos los sectores tienen necesidades que tienen su respuesta domótica.
Ustedes se autodenominan ‘Integradores de domótica. ¿En qué consiste?
El integrador es la nueva figura que aparece en el sector de la domótica, y es una de las figuras clave. Mientras que los otros actores tienen un papel importante en cuanto a la prescripción, el contacto con el cliente y la difusión de productos y servicios, el integrador es el especialista, es quien realiza el diseño, la programación y la puesta en marcha del sistema y, al fin y al cabo, responsable del buen funcionamiento de la instalación. Según confirman J. M. Huidobro Moya y R. J. Millán Tejedor, en su libro ‘Manual de domótica’, editado este mismo año, el integrador es quien se encarga de contactar con todos los proveedores de servicios para integrar su oferta y hacerla llegar hasta el usuario de forma transparente sin que éste tenga que preocuparse por la tecnología”, además relaciona las nuevas tecnologías con las convencionales y entra en relación con todos los actores de la construcción. Hasta hace poco el servicio de integrador lo podía ofrecer una ingeniería, también una empresa especialista en telecomunicaciones y hasta un distribuidor de material domótico. Hoy en día el integrador como figura exclusivamente dedicada al diseño de instalaciones domóticas está ganando terreno. Es una señal más que demuestra la madurez de este mercado.
¿Qué cree que diferencia a su empresa respecto a sus competidores?
Decir que una de esas diferencias es nuestra voluntad de servicio al cliente quedaría diluido entre la cantidad de empresas que emplean esa misma afirmación en vano.
¿Entonces?
Aunque nosotros creemos (y demostramos) que esto es una de las claves de nuestro modelo de negocio también tenemos otros puntos que nos distinguen de la competencia. Uno de ellos es que podemos trabajar con cualquier protocolo, cualquier fabricante y cualquier sistema. De este modo estamos en condiciones de ofrecer lo máximo en cuanto a las opciones que existen en el mercado. Por último, y no por ello menos importante, nuestro 'know how' en domótica nos ha llevado a poder dar soluciones donde otros han fracasado o bien a proponer soluciones más económicas a las planteadas por nuestros competidores. Con esto no queremos decir que nuestra filosofía de empresa sea el precio si no que creemos que en ocasiones podemos aportar soluciones aplicando ingenio en lugar de presupuesto y eso lo agradece el cliente.
¿Qué podría llegar a controlar yo desde mi propio móvil?
Hoy en día desde el móvil o el ordenador se puede controlar todo lo que tengamos domotizado en nuestra casa, negocio o fábrica.
Por ejemplo...
La lista de posibilidades es enorme. Nuestro teléfono habitual nos podría servir para encender cualquier luz de la casa, subir y bajar toldos, cortinas y persianas; también podríamos poner en marcha y controlar la calefacción y el aire acondicionado, responder y hablar a través del video portero, ver qué pasa en cualquier estancia a través de las cámaras instaladas tanto dentro como fuera de casa. A través del teléfono móvil el sistema nos puede avisar si hay alguna incidencia técnica (escapes de agua, de gas, humo, alguna luz encendida, etc.) o bien si ha detectado alguna intrusión en el edificio. En definitiva, el móvil puede ver todo lo que queramos que vea y también nos puede ayudar a actuar a distancia.
Otra alternativa más barata es: esta web
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