lunes, 17 de enero de 2011

La inmótica en su bolsillo

Es importante recordar que los edificios consumen casi la mitad de la energía utilizada en el mundo desarrollado con una representación del 33% de las emisiones de dióxido de carbono[1]. Por tanto, mejorando la eficiencia energética en los edificios se contribuye a una disminución significativa del impacto ambiental. Este hecho, unido a un largo periodo de vida supuesto para una edificación, hace aún más interesante invertir en el ahorro energético durante su construcción, ya que el periodo de amortización siempre será corto en relación con el tiempo de vida de la edificación. Este constituye uno de los principales objetivos de la inmótica, el ahorro energético en los edificios.

Dentro de las edificaciones, la climatización es el máximo depredador energético con una utilización aproximada de 75% de la energía total utilizada en el edificio, seguido de un 20% en iluminación; y un 5% repartido en las demás cargas. Por lo tanto, si queremos reducir el consumo energético en una edificación deberán implantarse sistemas de control para la optimización en el uso de la iluminación, la calefacción y el aire acondicionado.

Naturalmente, el primer paso en el ahorro energético en iluminación es el reemplazo de las luminarias por su alternativa ahorrativa. Esto nos permite un ahorro de hasta 30%. Si además, nos aseguramos que estas luminarias se enciendan únicamente al nivel necesario, esto es, un sistema de regulación, podremos conseguir un ahorro adicional de un 40%. Finalmente, un sistema de detección de presencia nos ayudará a conseguir un 12% de ahorro adicional al permitir que únicamente los ambientes ocupados se mantengan iluminados. En la tabla mostrada, se muestra gráficamente este ahorro potencial en iluminación de hasta 82%.

¿Qué hay acerca de la climatización? El confort es un aspecto importante para la habitación de una edificicación e incrementa la productividad de las personas que en él se encuentran. De aquí la importancia de establecer una temperatura de confort para el uso que se esté dando al edificio y de disponer de un sistema que sea capaz de mantenerla ajustada ante cambios en el ambiente.

Existen básicamente dos maneras de conseguir ahorro energético para la climatización. La primera es el control de los cerramientos, esto es, la apertura o cierre (según sea el caso) de los toldos y persianas para el máximo aprovechamiento de las condiciones ambientales. La segunda consiste en la variación de la temperatura de trabajo de los sistemas de climatización en los ambientes vacíos (para evitar los encendidos y apagados bruscos de la misma, ya que la temperatura tiene una inercia natural). Así, si disponemos de un sistema capaz de regular la temperatura a niveles de mínimo consumo en ambientes vacíos, lograremos un ahorro de hasta 7% por 1ºC.

Para lograr el control mencionado en climatización e iluminación, requerimos que estos sistemas se encuentren dotados de equipamiento de automatización que lleven a cabo todas las funciones que lo hagan posible. Tradicionalmente, se han desarrollado sistemas de control aislados para proporcionar soluciones en la gestión de la iluminación y la climatización. Sin embargo, estas soluciones basadas en distintas marcas y tecnologías complican su uso, su interacción y las labores de mantenimiento, limitando además una futura integración para el uso aún más eficiente de los recursos mediante la transmisión de información de las partes involucradas. Por esto, se recomienda la utilización de una solución llave en mano que abarque cada aspecto mencionado, con un adecuado soporte local, uso intuitivo y de fácil ampliación o modificación.

El ahorro energético, el uso intuitivo de sus sistemas, el incremento del valor del edificio, la diferenciación y el confort son sólo algunos de los beneficios de la inmótica para usted.

No hay comentarios:

Publicar un comentario